viernes, 19 de noviembre de 2010

DIVINO TESORO - CAPITULO 25 - BETINA KRAHN

CAPITULO 25


— Mierda, Renville! — Wyatt levantaba os brazos demostrando exasperación. — Sabes exactamente lo que estoy quiero decir. Son intereses particulares... Es corrupción!
— Despiértate, Colbourne. Por el amor de Dios! — Sterling se levantó y salió de detrás del escritorio. — Este es el modo en que el mundo funciona. Cuando se quiere algo, es necesario también dar algo. Te lo avisé. La moral no lleva a nada en el mundo de los negocios. Podríamos anular tu maldito embargo, pero sólo si hay interés de las personas influyentes en la Bolsa de Cereales.
— No debemos olvidarnos que vos también tienes un interés en esto.
— Si, es verdad. Te advertí sobre eso también. Sabes lo que siento respecto a tus malditas colonias, Colbourne. Te dije que sólo que te ayudaría si eso fuese provechoso para mí. Perdí la mierda de mi herencia en esa maldita colonia y no les debo nada. Este plan de inversión resolverá el problema del embargo e también garantizará el mercado a futuro. Esto te saldrá bien y volverás a ti casa como héroe . Por eso , ya no quiero oír tus lamentos. Esto es estrictamente una cuestión de negocios.
— Es corrupción, simple y llanamente , Renville.
Como siempre, las discusiones entre ellos eran calurosas. Los dos amigos estaban rojos de indignación y se hizo un largo silencio. Poco después, Wyatt se dio vuelta , salió de la biblioteca y dejó la casa pisando fuerte.
Paradas en el pasillo, Treasure y Larenda intentaron descubrir qué había sucedido
— Colbourne no se va a quedar para la cena? — Larenda preguntó, todavía sujetando el bordado en sus manos.
— No.
Desanimada, Larenda volvió a la sala, y Treasure miró a a su marido con aire interrogativo . ?l y Wyatt habían discutido nuevamente, lo que siempre la dejaba preocupada, pues los dos eran muy tercos.
— Qué pasó? A Wyatt no le gustó tu plan ? ella finalmente, logró preguntar.
— Cómo lo sabes ?
— Ustedes gritaban.
— Allané un camino para que él llegase a la Bolsa de Cereales. Y sus exagerados escrúpulos, sus ideales políticos fueron ofendidos por el modo en que eso fue obtenido.
— El embargo... — ella dijo, acercándose al escritorio.
Sterling no se sorprendió porque ella supiese respecto al embargo , y estaba demasiado irritado como para hablar, pero sabía que Treasure descubriría la verdad más tarde o más temprano.
— Desarrollé un plan de inversión e hice que esas personas se enterasen que estaba buscando un selecto grupo de inversores para... para sacar ventaja del bajo precio de los cereales de las colonias.
— Causados por el embargo.
— Si. Y , por supuesto, esperaba que algunos de los principales financistas de la Bolsa de Cereales, o personas con poderosas conexiones. Algunas provincias de Alemania tuvieron pésimas cosechas durante dos años. Ellos pagarán precios altos por los granos. Los barcos recomenzarían a navegar, tendríamos escolta militar en los viajes y la mercadería llegaría a salvo. El embargo sería suspendido, los granjeros recibirían dinero y mis inversores quedarían satisfechos con las ganancias.
Era un plan verdaderamente brillante.
— Y vos también obtendrías ganancias?
— Si. Yo no haría nada si no hubiese ...
— Ganancia — ella completó la frase observándolo. — Y por qué a Wyatt no le gustó el plan ?
— él es un idealista que piensa que el gobierno debería estar en manos de hombres sin intereses en las transacciones comerciales que controla . Puedes imaginar eso ? Nadie hace nada sin obtener alguna ventaja . Esas son las ideas democráticas con las que él fue infectado en Filadelfia. ?l quiere mi ayuda, pero también quiere que todos hagan caridad ... y que no obtenga nada a cambio . Eso no existe. — Renville volvió al escritorio y sacó papel y tinta de un cajón. Se sentó taciturno y comenzó a escribir. Treasure se acercó y puso las manos sobre la de él, impidiéndole continuar escribiendo.
— Tienes que ayudarlo, Sterling. Vos sos un pensador brillante y debes mostrarle el camino .
— Pensador ?! Yo no soy un pensador , ni nada que se le parezca!
— Si, lo eres , Sterling. La gente te busca para pedirte consejos y vos los ayudas. Larenda, el tío Philamon, la gente de Rothmere, lord Serrelton y diversos miembros do parlamento y... yo . Siempre estás ayudándome .
— Ayudando? Dios! — él se levantó muy enardecido y casi derribó la tinta que había puesto en la pluma. — Y cuándo fue que te ayudé , mi sabia esposa?
— Vos... me trajiste de Culpepper cuando no era obligado hacerlo.
— Créame, ayudarte sería la última cosa en que estaba pensando en esa situación . Estaba enamorado y ... enloquecido de deseo!
— El amor es una gran ayuda, Sterling, incluso cuando no se sabe. Por vos aprendí muchas cosas, tuve otros tipos de sentimientos y experiencias. Una intelectual no podría pedir más.
— Pero eso prueba que soy un pensador — él murmuró — porque yo quiero más que conocimiento . Quiero ganancias . Quiero un futuro ... — él no terminó la frase, y llegó a la puerta con solo cuatro vigorosos pasos.
Minutos después, el sonido de la puerta del frente siendo golpeada llegó a Treasure, quien continuaba en la biblioteca, rígida y aparentemente impasible.


Treasure había oído a Huddleston en la puerta del frente y salió corriendo de la sala de visitas, esperando que fuese Sterling. Ya era tarde, y él no había vuelto para la cena.
— Sterling está ? — Wyatt preguntó, e fue conducido por el mayordomo.
— No. Pensé que era él.
— Bien... dudo que tu marido quiera verme. Pero tenía que venir para intentar reparar las cosas.
— Entonces quedate y esperalo . Entra, Wyatt, ven a tomar un té conmigo.
Los dos se sentaron en la sala de visitas y se miraron mutuamente .
— Esta vez, realmente lo ofendí — Treasure dijo en voz baja. — le dije que era un pensador y que tenía que ayudarte.
— Oh, querida... — Wyatt cerró los ojos .
— No lo comprendo, Wyatt — ella confesó. — a veces él es calculador y parece intentar ser frío y distante. Piensa mucho en la ganancia de las cosas ... — ella sollozó y sacudió la cabeza. Sus ojos se pusieron nublados. — Luego cambia completamente y gasta hasta su último centavo para saldar las deudas del duque. Probablemente sería un hombre rico si no hubiese gastado su dinero en Rothmere con las deudas del tío Philamon. Si la ganancia es su principal objetivo, por qué Sterling no se ocupa sólo de su propia vida y se olvida de los demás ? Respecto a vos, Wyatt. ?l aceptó ayudarte , a pesar de lo que siente en relación a Culpepper y las colonias. Y yo? Mi marido tenía todos los motivos del mundo para odiarme, para dejarme en Culpepper. Podría haber habido una anulación si no me hubiese llevado a Filadelfia, verdad?
— Habría sido más fácil.
— ?l se esfuerza para parecer duro y materialista; hasta parece que teme ser considerado una buena persona ! — Treasure abrió enormemente sus bellos ojos. — Oh, fue exactamente eso que hice, no ?
Wyatt sacudió la cabeza y esbozó una sonrisa de simpatía.
— Creo que tocaste su herida. Conozco a Sterling hace mucho tiempo. Sabes que fuimos juntos a Blundell, en Devon. ?ramos amigos en Filadelfia. La madre de él se quedó con mi familia después de... después de dejar a Darcy Renville.
— Ella estaba enferma ... — Treasure comentó.
— Y con mucha nostalgia de Inglaterra. Darcy era el hijo menor del viejo barón , sin el fardo de un título, y podía hacer lo que quisiese. Escogió una bella esposa de sociedad y construyó una elegante casa en la colonia. Ella odiaba ese lugar, sin vida social, sin futuro, sin nada de lo que le gustaba. Entonces, insistió en que Sterling fuese enviado a Inglaterra para estudiar, y para que estuviese lejos de la influencia de su padre. Yo tenía nueve años y él ocho, cuando nos pusieron en un barco. Ninguno de los dos quería ir, y los chicos de Blundell no nos recibieron bien. Nosotros éramos de las colonias, ya sabes... Y los chicos de esa edad pueden ser extraordinariamente crueles, nos llamaban los colonos y se rían del padre de Sterling, llamándolo bufón idealista, y cosas peores. Yo sufría en silencio, pero Sterling peleaaba constantemente. No sé cuantas veces peleó por mí. Nunca olvidaré ese primero año. Sterling fue azotado varias veces. No sé como sobrevivió. No quería aprender latín , pues decía que volvería a su casa pronto y que su padre se lo enseñaría. Aparentemente, Darcy había comenzado a enseñarle, antes de ser abandonado por Elizabeth.
Hubo un largo silencio, y Treasure comenzó a llorar.
— Finalmente, él comenzó a estudiar y le fue muy bien — continuó Wyatt. — Pero cada frase que aprendía , él odiaba mas a Darcy Renville. Creo que los ideales filantrópicos de Darcy fueron un pes para Sterling durante toda su vida. No sé si debería estar contándote todo eso, Treasure.
— Vos y yo lo amamos, Wyatt. Es nuestro deber ayudarlo.
— él no soportaba la idea de ser considerado bueno y generoso. Esas cualidades eran de su padre, y Sterling se sentía traicionado por él. Darcy nunca visitó a su hijo, ni siquiera después de la muerte de Elizabeth.
Eso explica el odio que Sterling sentía por su padre.
— El cínico es un idealista decepcionado. Oí eso en algún lugar y le calza a Sterling como un guante.
Su padre lo había decepcionado , así como a sus expectativas y a sus esperanzas para la vida y para un futuro. Un hombre como Sterling tenía que tener algo a que dedicar su vida y tal vez la codicia fuese un ideal más aceptable que a filantropía de su padre. Ahora ella lo entendía perfectamente bien. Para todo en el mundo había una razón, y la historia que acababa de oír explicaba quien era su marido.



Ya era tarde, la cama estaba fría y la mente de Treasure muy confundida. Cuando oyó ruidos en el cuarto contiguo al suyo, comprendió que Sterling había llegado. Se levantó , se puso una bata y fue allá. Abrió la puerta y entró.
El estaba parado cerca de la chimenea, mirando las llamas. No la oyó, y fue sólo cuando se dio vuelta para tomar un coñac que notó su presencia.
— Estaba preocupada por vos — Treasure dijo, mirándolo a los ojos.
— Necesitaba un tiempo para pensar solo — él tomó todo el contenido de la copa de un sólo trago. Cuando terminó, la miró .
Treasure era su esposa, su amor. Había invadido su corazón, su vida y ahora su alma. Y , una vez dentro de su alma, había empezado a reorganizar las cosas con su instinto femenino . Había abierto partes vulnerables, dormidas hacia años.
— Creo que puedes... tener razón . Tal vez , a mi manera, sea un intelectual, un pensador ... — él se aproximó nuevamente a la chimenea y miró las llamas. — Pero mi motivación es diferente a la tuya. Generalmente espero algo a cambio.
— Lo sé — ella susurró.
Renville miró los bellos ojos violeta y vio en ellos mucha aprensión y algo mas, que no logró identificar.
— Me esperaba que lo supieses. Hay algo que no sepas ?
— Si — ella se acercó, sonriendo. — No sé cómo vas a a hacer el amor conmigo esta noche. Todo lo que sé es que será en tu cama.
Renville sonrió .
— Odio contradecir a una intelectual , pero estás equivocada. Creo que no haré amor con vos esta noche. Dejaré que vos me hagas el amor .

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